lunes, 26 de marzo de 2012

La belleza interna es un mito. ®

(Breve introducción)

Como ya he dicho, no es fácil mover la mano sobre una hoja blanca y dibujar ideas que apenas son personales, o basadas en la experiencia personal, pero hay cosas que creo que deberíamos compartir todos para n mejor coexistir. Al menos yo siento que mi experiencia me ha permitido vivir cosas, como la que ahora desenredo ante ustedes. Y como siempre, la decisión de creerme, rechazarme o aceptar esto depende enteramente de ustedes. A mí solo me resta deciros que se los digo con sinceridad, con mi corazón, no buscando nada más que su vida sea más fácil, y no sufran cosas inútilmente, como yo lo he vivido…



>>Amanece un día más en mi vida, una vida por mas arrasada por la tecnología, donde un iPhone hace muchas veces las de mi mejor amigo. Donde la vida pública es común. Donde las redes sociales absorben y consumen las ideas de todos nosotros.

Antes que amaneciera el sol publique una pequeña frase hoy, donde aclaraba sin más que la belleza interna es un mito. Y es verdad, o al menos mi verdad.
Desde pequeño crecí creyendo que el único camino hacia la felicidad plena era hallar a una mujer de belleza interna. Siempre vi como gente se juntaba y se separaba, que se dedicaba canciones atroces donde se ofendían terriblemente cuando a leguas se notaba que todo era culpa del que cantaba. Siempre creí que hallar una pareja que tuviera una alma pura (por llamarle de alguna manera a la belleza interna, y por belleza interna me refiero a buenos sentimientos, por si alguien aun no logra comprender mi frase) sería lo máximo, o al menos lo mejor para no terminar sufriendo inútilmente. Y eso hice. Durante años me aleje de los amores promiscuos o de experimentación y comencé a buscar a una mujer que pensara de manera diferente, que brillara mas por dentro que por fuera. Y no les mentiré, llego un punto en mi vida que creí que la había hallado. Y digo había porque, la inexperiencia forma una película que no nos ciega, pero nos deforma la visión a tal grado de llegar a mentirnos a nosotros mismos durante años, sin siquiera averiguar que hay dentro de uno en realidad.

La belleza interna no existe. Pero si la externa, porque es evidente. Y por belleza externa no me refiero a un estándar, no damas y señores. Creo que a estas alturas deben comprender que belleza real es lo que a uno nos gusta en verdad. Y no como una línea recta que ideas tan absurdas como la televisión, las películas, las revistas etc. Nos brindan. No. Por ejemplo a mi me parecería hermosísima una mujer pecosa, para mí, eso es lo máximo (por poner un ejemplo) eso es la máxima belleza y no debo esperar que alguien comparta mis ideas. Nadie, así como tampoco nadie debe elegir por nosotros, ni aprobar nuestras elecciones. Solo debemos sernos fieles a nosotros mismos. Aceptar honesta y sinceramente que es lo que para nosotros es belleza y buscarla, y atarnos a ella, porque la vida compartida es y siempre será más fácil cuando ambas personas se gustan.

 El gusto mutuo es como magia mutable, porque sirve de muchísimas cosas. Y hablo desde la fidelidad hasta las cosas más vergonzosas o incomodas. El gustarse mutuamente permite que las cosas fluyan con más naturalidad y con menos fricción, es como el  lubricante de una buena relación de pareja. Y es aquí donde la belleza interna no logra ser de gran peso en una relación. Ojala que ninguno de ustedes me vea como materialista. Bien y perfectamente bien se que la belleza externa se agota, o puede ser arrebatada en un instante, pero también es así de frágil la belleza interna. La persona más bella por dentro puede volverse tan fea como solo sentimientos tan arraigados en el ser humano pueden permitir, y hablo de cuestión de segundos, o menos. Pero lo peor es que, una vez que te vuelves feo internamente, es muy difícil dejar de serlo. Al menos junto a esa persona con la que te afeaste. Y créanme, habla aquí la experiencia. La mía.

Sé que la primera pregunta de ustedes, en este punto seria, como elegir. Es quizás donde no sabria darles una respuesta, pero si se donde no deben buscar, y es en la belleza externa. No sé si sea el mejor consejo, pero es lo que hoy yo creo.

Y porque? Porque por mucho que ames a una persona no se hará mas bella por fuera, pero si por dentro. Porque el amor todo lo puede, incluso hacernos ciegos, pero recuerden que el amor es eterno mientras dura.

Si yo hoy eligiera, elegiría por compañera a una mujer que a mí me gustara mucho, porque sé que si esa dama me gusta en verdad mucho, y es para mis gustos perfecta, haría lo mejor por conservarla, entonces comenzaría a pulir mi belleza interna. (Algo que no se puede hacer con la belleza externa). Incuso el ser mas infiel o frio se derrite y se vence ante el amor real. Y el amor nace y comienza en los ojos, en una mirada donde la sinceridad permite ver lo que en realidad hay enfrente de uno. Al ver a alguien que te gusta nuestro cuerpo segrega feromonas que son únicas, y que nada ni nadie te hace liberar ese mismo tipo de feromonas, digamos que son formadas y liberadas solo para una persona, y si esa persona las huele, y ella a su vez forma un perfume personal para la otra persona, entonces hay un gusto mutuo, es que hay química ente los dos. Porque si debes elegir, elige a alguien que te guste y que tú le gustes, porque eso es la perfección, eso es amor real.

Se los dice un ser común, normal. Quizás un con un poco de sobre peso. Pero se los dice alguien sincero. No les sugiero que dejen todo lo que hoy tienen y vayan a buscar alguien que les guste y le pregunten si también le gusta. No,,, les sugiero que la próxima vez que elijan (y volverán a elegir tarde o temprano, porque si hoy estas con alguien que no les gusta por fuera, y solo ven lo que lleva dentro, les aseguro que se verán en la necesidad de volver a elegir) elijan sabiendo esto y tomándolo como verdad. Yo sé que no es fácil, porque todos tememos que nos tachen o tomen por materialistas, fingiendo que nos interesa lo que lleva dentro el otro. Yo les aseguro que no hay un corazón puro, como tampoco hay uno tan sucio. Todo lo puede el amor, elevarnos al cielo, o hundirnos en la tierra hasta lo más hondo de ella. Pero el amor nace del gusto, del compañerismo, de ver a la otra persona y sentir que una mirada más de ese ser nos podría matar o derretir como el sol de verano a un helado de vainilla…

Al menos yo elegiré así, buscando una mujer linda, que me guste mucho, que sienta que podre soportar muchas cosas por esa lindura, que podre poner una foto de ella en mi celular y sacarlo y dejar que incluso una fotografía me robe un suspiro. Porque si esa mujer me gusta seré bueno y amable, y la amare y me dejare amar. Y elegiré creyendo (previa comprobación) que yo también le gusto, que si bien no soy perfecto, o lleno todas sus expectativas de “belleza personal” al menos sentirá emoción de verme esperándola en algún café…

No soy materialista, a pesar de lo que muchos de ustedes piensen justo ahora. Sé que incluso muchos levantaran la mano protestando que hay cosas más allá de un simple gusto. Y yo lo aceptare, porque alguna vez estuve en ese lugar también. Yo también elegí belleza interna alguna vez. Pero hasta la belleza interna más exacta se acaba. Por mucho que intentemos conservarlo todo se acaba. También la externa algún día terminara. Pero al menos el trayecto para llegar a que esa belleza externa se extinga será más amable es decir más cariñoso, más tierno, más soportable.

Yo creo que la belleza interna es más frágil que la externa; es incontrolable debido a que no está bien delimitada. Podemos destruir (o construir) la belleza interna con un simple suspiro, con una palabra con una acción. Mientras que la externa es un tanto más resistente. Por eso os recomiendo elijan sinceramente. Elijan algo que en verdad les guste, a ustedes, no lo que todos envidien o todos digan que es lo correcto. Elijan lo que su corazón les dicte. Séanse fieles a ustedes mismos y nada podrá salir mal. Obvio que verán si esa persona lleva al menos un poco de belleza interna. Pero más que eso, busquen si existe el potencial en esa persona de poder serlo. Y háganlo, no crean que solo elegir belleza externa lo es todo. No, todo va de la mano, la belleza externa no es lo contrario de la interna, ni viceversa. Digamos que intento decirles que la belleza externa es una buena puerta para poder ingresar a la belleza interna. Al menos yo, usare esa puerta el día que se me ponga enfrente. Porque el amor no es cosa simple como tampoco un juego. El amor es, ha sido y seguirá siendo el motor de esta humanidad. Al menos es el combustible de mi motor personal.<<

Se aceptan reclamaciones, de cualquier tipo. Al fin soy solo un ser que busca ser un poco más feliz y menos torpe. Su amigo sincero:

Raziel®

sábado, 10 de marzo de 2012

El castillo de la soledad ®


Si pudiera resolver mi pasado, viajar en el tiempo y modificar algunas cosas, creo que simplemente no lo haría. Todo está bien así. O al menos todo sucedió como tenía que suceder. La vida no es siempre grata, ni depende solo de las risas para existir. Hoy veo el pasado como un nudo de estambre, mas sin embargo no me ahorca ya. Solo está ahí inmóvil, como un gatito durmiendo en una polvorienta, vieja y roída alfombra de algún pasillo, mientras un sol anaranjado y melancólico lo baña, resaltando las motas de polvo que vuelan a su alrededor en absoluta calma. La herida comienza a cerrar, poco a poco. Tan doloroso como aun es posible tu recuerdo en cada uno de los rincones del castillo que juntos levantamos…

Hace frio, y la humedad de la mazmorra más sucia del castillo de la soledad no ofrece compasión con quien un día desafío al dragón y juro vencerlo aun en el último día de su existir…
Pero debo ser paciente. Por entre los barrotes de la única ventana que da a un océano feroz se vislumbra la luz azul característica de un alba que nace sin más nubes en el horizonte, a pesar de lo llovido que esta todo.

Pronto amanecerá, lo sé porque hace más frio que en ningún momento de esta noche que se va, que me pareció eterna. No hago planes para cuando el sol se asome en el horizonte, ni siquiera sé si el carcelero aun cumpla la promesa de liberarme si soportaba esta noche aquí, absolutamente solo, encerrado en lo que yo mismo construí para aislarnos de los demás. Veo que funcionaba, pues hace mucho que no llega nada del exterior. Solo esa gotera de algún grifo cruel que individualiza los segundos remarcando que el tiempo es y seguirá siendo, algo implacable.

Hoy, en el presente ahonda una calma tediosa, donde las cosas que olvidamos en este pequeño universo se degradan hasta ser solo simples montones de nada. Donde la rutina hizo que cada día fuera peor, es decir idéntico al que agonizaba, señal de que algo bueno se acercaba. Como el Levante que anuncia la próxima lluvia, esos segundos donde el aire se carga de estática y un silencio sepulcral deja caer la primera gota. Esa lluvia que por fin cerrará la herida, tantos años lastimando un alma que no fue hecha para sufrir tales afrentas.

Han transcurrido otros minutos más en esta eternidad y el sol parece dibujar la piedra mohosa de este encierro casi mortal. Y a pesar de la luz que se filtra en el enorme cuarto no logro ver mis manos siquiera, ni el color de lo que hay debajo de mis pies. Relámpagos de desesperación me atraviesan por instantes y temo perder la cordura antes de la liberación. Busco asirme del catre duro donde mi cuerpo ha azotado su existir en más de una ocasión. Apoyo con dolorosa dificultad mi humanidad en dos rodillas que sangraron demasiado de tanto rogar, a dios y a ella un poco de compasión. Rotundo fracaso en ambos oyentes.

Se me escurren estas últimas letras por los labios resecos. Como puedo seguir vivo cuando se que dentro solo poseo una alma que murió hace tanto, cuando su adiós fue verídico…  no lo sé, y no sé que hay mas allá, que hay del otro lado de la puerta de madera que me encierra. No lo sé. Paciencia es lo único que puedo permitirme ya. Paciencia por esperar que el sol brille en lo más alto del cenit y algo, o alguien decida liberarme de aquí. He lavado mis heridas con lagrimas, y fue dolorosísimo. No sé que más deba hacer para poder liberarme. Solo quiero volver a sonreír algún día, besar, abrazar, que me abracen y sentir esa droga que inunda el corazón de una estúpida paz a la que todos somos adictos. Paciencia…

Por fin en meses se escucha un ruido ajeno a mí. Ruido de pisadas, pasos que se acercan a mi puerta, y el inconfundible tintineo de metal, sonido de que alguien tiene las llaves del cerrojo que encierra mi escancia. El ruido que me dice que aun sigo vivo, que mi alma no murió,  que aun puedo vencer al dragón algún día, si logro recabar fuerzas suficientes. Pero esos son planes, y no quiero planear nada. Todo debe ser como tiene que ser y punto. Me resignare a seguir escuchando porque tarda tanto ese ser en abrir la puerta y liberarme. Paciencia. No pensare mas…
®Raziel.