jueves, 29 de diciembre de 2011

El sin reflejo de un vampiro


Muchos me ven, algunos me leen, pocos me conocen…

El año agoniza entre frio, tos y lo que resulta el dolor más doloroso del año. Y ya perdí la cuenta cuantas veces he dicho “esto es lo más doloroso” porque siempre hay algo que lo supere.
Llevo meses intentando, pretendiendo y fingiendo lo que normalmente debería haber sido yo. Pero todo es falso. O la mayoría….
He aquí la verdad de mi vida:
La única verdad, o la más importante es que: no soy feliz. Por alguna razón obtuve lo que soñé durante años. Que fue un trabajo estable. Y más que eso, una plataforma firme que me permitiera hacer lo que en verdad pretendía hacer en esta vida. Pero no soy feliz. Planee, soñé durante años este trabajo, el que desempeño excelentemente bien a diario. Pero, es difícil cuando llegan las 4 de la tarde, y comprendo que no busco dinero, ni fama. Que más bien lo que busco no es ni tantito cfe. O un trabajo…
Y sé que si lees esto, es porque me conoces un poco, y te intriga saber de qué va todo esto. Pero ya sabes la respuesta. Es esa que sigo evadiendo durante meses: No soy feliz porque ella se fue. Sí, mi pareja, la mujer que me hizo ser algo o alguien. La que me enseño a leer y escribir. La que educo mi oído y mi vista. La que modifico mi corazón y mi alma… la mujer con la que me veían por la calle. Creo que esta por demás remarcar que se fue, que nos separamos, que Lluviely no volverá jamás….
Busque un trabajo por ella, por soñar una familia a su lado, por un Hafa Café por viajar, por libros en una biblioteca, por una tarde de verano a su lado. Por ella llegue a este punto.
Paulo cohelo me dijo que si deseas algo con todo tu corazón, el universo conspirara para que lo obtengas, y lo peor que pudo suceder es que fue verdad. Soñé con mi trabajo y lo obtuve, pero jamás imagine que ella partiría de mi mucho antes que cfe me diera las alas que hoy decido arrancarme….
Fue como construir un palacio para una diosa, y cuando lo termine, me di cuenta que esa diosa se aburrió de esperar su altar y fue a buscarse otro donde ser adorada…
Pero no,,, creo que es indescriptible esta sensación que me embarga, de inutilidad, de vacío, de vacuidad. Tengo algo genial, y no lo quiero. Pero no es la eterna inconformidad ni la vana búsqueda del uno mismo. Es solo que construí un universo sin sol. Y ahora muero lentamente de frio, silencio y soledad.
Un año ha transcurrido. Y estoy más muerto que al inicio, aunque la sensación es la misma, esa de sentir que he perdido todo y un poco más. Duele como si ayer fuera el día que a mi boca incendio un fuego, y un sabor amargo como de muerte convido de mi boca a la tuya. Cuantos han dicho “parece que fue ayer” y es verdad. Tu fuego aun quema mis entrañas, pero estoy muriendo ya, calcinado por mis propias decisiones.
Perdí el norte, el este, el oeste y sigo extraviado del sur. Y la cosa va peor. Día a día me siento más miserable, más mundano… inútil. Siempre hablamos de mitades, de equidad entre ella y yo, y no es así. Ella maximizo, exploto mi potencial. Fui la luna y ella el sol y la tierra. Ella me dio luz, vida e importancia. Me dio todo….
Hoy hace mucho frio en esta cueva sucia y húmeda en la que me he refugiado, y el problema aquí no es aceptar que se ha ido y que no volverá… el problema real es que ya probé lo que quiero de una mujer, y será muy difícil hallar algo que me llene tan a la perfección como lo hacia ella…
Me voy solo, en mi caballo de cartón, anhelando que sea primero de enero, y que Silvio traiga a mí la paz que tanto anhelo…
Ya no te espero, Lluviely.
(((Raziel)))

sábado, 17 de diciembre de 2011

Quiero ser aque que no desertó...

Esta noche en que no puedo dormir,
que las canciones me despiertan la piel
en la balsa de náufrago que es mi cama
y que un agujero negro es mi mente desbocada,
me estremezco en las palabras que oigo,
que agazapado en mi grieta me encuentran.
Quisiera huir como a veces huimos
de nosotros mismos hacia otros...

Y quiero ser aquel que aún no desertó,
que aún sigue buscando la luz.
Como todo aquel que vuelve a querer
olvidada toda traición.

Todos amamos tan ciegamente alguna vez
Que intentaríamos besar la boca al diablo,
peinar el viento.
Todos amamos desesperadamente
mientras va cayendo el ángel borrado
de un Edén prefabricado.

Esta noche que no puedo elegir,
Lenguas de fuego lamen mi pedestal
y el volcán rugiente que creía dormido
escupe el desamor creciente;
Indolente desamor donde vivo guarecido.
Y quiero ser aquel que no renunciará
en rueda de sedición.
Como todo aquel que vuelve a querer
y eres poema que se extravió.

Todos amamos tan ciegamente alguna vez
Que moveríamos el mundo con una sola palabra.
Todos amamos desesperadamente
mientras el pájaro metálico escapa
de su jaula de papel.
Todos amamos tan ciegamente alguna vez
cuando amamos desesperadamente.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Mi derecho a hablar!!!


Jamás supe hacerte poesía porque no tuve necesidad de esas palabras que rimen, si al fin y al cabo, rimaban tu nombre y el mío juntos.
Cuantas veces quise llevarte al mar, y que nuestra espuma se mezclara con la del mar, hundirme en la profundidad de ti mientras lo obscuro de un bosque te devora la espalda y a mí la hojarasca con olor a pino, y todo esto junto a un seto de rosas rojas que crece bajo un árbol desde hace ya casi 8 años…
Pero no es tiempo ya para hablar del pasado, ni siquiera es tiempo aun de mencionar algo que hable del futuro; es hoy donde me duele tu ausencia, donde ansío los besos que otro traga y desperdicia como hojas de un libro que no se lee y son sus letras tiradas al aire…
Y sin embargo, si aun sin ser tiempo ya de hablarte te escribo, es porque tengo derecho a hacerlo, porque te amo por sobre todas las cosas.
El frio se estaciona en los huesos y en los grifos del agua, y tus palabras de hielo congelan mi alma aletargando sueños y esperanzas. Agrietando la piel de mi corazón. Haciéndome más pequeño el hueco en el que anido, ese donde me refugio cuando el mundo entero se me cae en los hombros y solo busco tus ojos como faros, vana tarea, ardua necedad del ser que suele amarte….
Cuantas palabras faltaron entre los dos. Cuantos besos se oxidaron en el hierro de este amor, cuantos cajones me hicieron falta para atesorar cada cosa que tus dedos tocaron, esos dedos afilados tan delgados, los únicos que supieron acariciarme el alma.
Y sigo hablando del frio, y te hablo del derecho que tengo a hablarte, porque en mis manos fundiste las tuyas, y forjaste con ese calor el futuro, sueños compartidos. Amor de dos en un solo cuerpo, eterno Louie. Amor de uno en dos cuerpos, la dualidad perfecta que nos sabe complementar sin forzar nada, porque te conozco como tú me conoces, y sabes que este derecho a hablar es tu derecho a callar.
Porque sabes que mis letras jamás han hecho tanto eco como lo hicieron los besos que entre los dos nos dimos. Porque sabes que un abrazo de alas derrite más si ambos las tienen. Te hablo del derecho que tienen Leah, Leizar y Caín de nacer…
Mientras seguirás picando piedra, yo seguiré comiéndome las agujas de los relojes que día a día alimentan mi anhelo de verte volver. Maldita y magnifica tortura de desearte a cada segundo. Cada vez que me viste el alma o yo te la vi, es de lo que aquí te hablo. Del derecho que, cada vez que explotamos al unisón, hicimos posible. De esa unión de sangre enterrada a los pies de un árbol que dio paso a un seto de flores moradas, como las que tu amiga de la infancia te llevaba cada cumpleaños...
Te hablo de las cosas que jamás olvido, ni olvidas tú, esas que llegan atropelladamente a tu mente cada vez que el, o alguien hace algo que yo hice. Una caricia, un beso, una sugerencia, una broma, una mirada lastimera… algo, siempre hay algo que me lleve a ti, lo sé por derecho, porque así cada día, los duendes del recuerdo te traen hasta mi con el más sutil de tus detalles. Como hallar un cabello largo entre mis sabanas, y atesorarlo como atesore cada uno que tu cabeza desprendió en nuestro pequeño nudo indeshacible. Incluyendo el primer hilo de plata que de ti nació. Y no hablemos de las cosas que entre los dos sucedieron por primera vez, porque por mucho derecho que tenga a hablar, mi alma acallara a mis dedos con el celo del amante que no quiere soltarte y te susurra al oído: “solo 5 minutos más amor, y nos levantamos”
Soy pobre de rimas y conjugaciones, porque el amor que te tengo no es fijo ni en línea recta, es como la raíz de un árbol milenario, crecido al centro de un bosque de chapulines. Soy escaso de métrica y ritmo, porque esa parte que el corazón ocupa para declamar también la ocupas tú. Hoy todo eres tú. Y este es mi derecho de elegir a quien llevar en mi corazón eternamente. Y te llevo sin peso ni culpa, te llevo como aquel que fue a la luna y por ser un explorador llevaba consigo una bandera de su nación. Sin ser obligación sino más bien un derecho de expresión, de decir: este soy yo, y este es mi corazón que tanto te ama.
Este es mi derecho a hablar, y poder decirte: te sigo amando….

“Te doy una canción y hago un discurso sobre mi derecho a hablar. Te doy una canción, con mis dos manos, con las mismas de matar. Te doy una canción, se abre una puerta, y de la sombra sales tu. Te doy una canción, de madrugada, cuando más quiero tu luz. Te doy una canción y digo patria, y sigo hablando para ti. Te doy una canción cuando apareces el misterio del amor…
y si no lo apareces no me importa, yo te doy una canción.

(Creen que lo digo todo, que me juego la vida, porque no te conocen, ni te sienten…)
Te doy una canción como un disparo, como un libro, una palabra, una guerrilla, como doy el amor…”

viernes, 2 de diciembre de 2011

Las cosas van mal (tu quemas mi cabeza)

Ohh, todavía ansío
tenerte a mi lado
se que nuestro amor se desvanece
pero pronto brillará

Y no puedo ver hoy
Y no puedo ver mañana
tu quemas mi cabeza
y en mi cerebro eso va mal

si, Sigo buscando
por siempre en tus ojos
Seré cuidadoso
pero pronto brillaremos

y voy a vivir hoy
Y voy a vivir mañana
no importa lo que se dice o se hace
Incluso si va mal
Incluso si va mal
Incluso si va mal
tu quemas mi cabeza