jueves, 27 de octubre de 2011

Mi anuncio publicado en el periodico local:



Caballero en edad de merecer, con un pelo de tonto, cuatro canas, el pasado no resuelto y muchas ganas ya sabe usted de qué.
Informal, ilustrado, manejable más amigo de gatas que de perros.  Con dos ulceras y una inexplicable mala salud de hierro.


Solicita con fines poco serios
señora aficionada al adulterio
o señorita de entre quince y cuarenta
(si no los aparenta).


Las cartas a: Calle melancolía, hoy Avenida Negrete s/n. Con foto que prefiero de cuerpo entero y sola, a vuelta de correo irá la mía con traje gris y más chulo que un gánster porque la tengo, como le diría: más larga que Pinocho…

Se aceptan:
 feministas sin pancarta, cursis enamoradas del amor o pesimistas hartas de estar hartas de decirme que no.
(Igual me da mujer de mala nota, especialistas en Borges o el Marqués, si no vienen tocándome con Cuauhtémoc Sánchez las pelotas.)

Dispuesto a todo incluso a defraudarle, alérgico a la infidelidad y al reloj con un precoz talento para el arte de la enamoración.

Las cartas: a paraíso fugaz, hoy travesía de mi alma por el desierto, con dos fotografías del último verano,  a vuelta de correo irá la mía,  donde aunque no tan flaco y pálido destaco por tenerla más corta todavía que un lunes sin tabaco.

>>Anímense: monjitas de clausura
>>Absténganse: fanáticas y abstemias
(la pasión con controles de alcoholemia no me la pone dura.)

Podrán buscarse amantes de ocasión cuando la decadencia lo aconseje que traigan referencias y se dejen ganar al ajedrez.

A las interesadas aseguro: máxima indiscreción, ninguna prisa, buena conversación, besos con risas y noches sin futuro.

Cartas: al bulevar del mal vivir, también llamado de los sueños rotos,
adjunte un par de fotos de frente y de perfil, a vuelta de correo irá la mía con pose de poeta parnasiano ufano de tenerla todavía más dura que Don quijotito (el de la mancha)…

jueves, 20 de octubre de 2011

Hablandote de mi, sin decir nada.


Hoy en día, caer dormido es casi como hacer magia o alquimia.
Ando sin hacer camino ni historia, ando sin tiempo y perdido en el espacio en que no estás.
Y esta pausa en mi vida cura mis heridas, y el asma, pero no la disnea que me despierta en algunas madrugadas acompañada de ese sudor frio que hiere.
Los días se fugan antes que el sol me caliente un poco el alma, y demasiado lento para evitar que requeme mi rostro, ese que cada vez reconozco menos tras los espejos, pues en más de una ocasión he hallado una risa dibujada en el…
Escondo mis ojos y oculto mis manos para todos, menos para ti. Como poco y ando deprisa. Solo bebo agua sin café. Desayuno prisa y aire frio. Ceno humo sin leche.
El año agoniza rápido, en el aire huele ya a incienso y a ofrendas, a copal y flores anaranjadas. Cada vez se queda más horas ese frio y las ansias de verte volver con alas de hielo aumentan sin ver pronta solución.
Escribo poco y con pausas prolongadas. Escribo con lápices cortos. Cierro los ojos y miro mas buscando el alma. He perdido la cuenta de cuantas veces he volteado al lado de tu cama buscándole cabellos a mi almohada. Inventarte cada noche no será una buena suma a la larga.
Todo te recuerda, y las sonrisas azules de los ángeles solo consiguen cegar mi ya herida fe.
Solo me alivia perderme por ahí, hasta que el reloj me encuentra tirado en alguna esquina o bajo de algún árbol seco. La lluvia aun cae a pesar del calendario y no entiendo los susurros que me llaman desde la obscuridad.
Intento decirte todo con una canción y sin embargo solo busco callar para no alejarte más.
Pero, no porque calle significa que no te extrañe, ni porque desaparezca de tu vida significa que tú no sigas siendo siempre mi propósito.
Si me hago humo para ti es porque quiero verte volver, porque quiero darte el espacio y la libertad que necesitas para volver a verme como lo que soy: el Raziel que jamás te abandonará…
Recibe este beso mudo, y este abrazo silencioso en señal de mi eterna fidelidad.
Las ansias de tus besos seguirán siendo el combustible del artefacto este que llevo ajado al pecho por dentro, ese relojito que aun hace “tic tac” (por llamarle así al ruido de sístoles y diástoles, pero tu bien sabes que dice ese rumor metonímico.) y que me mantiene vivo aun sin ti.
Son meses, días y días en los que no te tengo de ninguna manera real, que no sea una invención de mi fantástica creatividad mental. Y así se me va un día mas, en el que intento contarte todo, pero no digo nada, porque tú sabes cómo son mis días. Lo sabes porque sé que compartes este hueco en el pecho, esta presión en el corazón y esta nube negra que nubla la mente.
Seguiré buscando un poco más, intentando hallarte volviendo por el horizonte, entre el alba y el ocaso, un buen día de frio…

lunes, 10 de octubre de 2011

Estoy en ti

Hay un amor veloz
rápidamente descendiendo
por mis brazos, por mi piel
hasta mi corazón,
para quedarse en él.

Me hace pensar así
en mi costumbre de arrojarme
por tus ojos hasta ti,
mientras tú crees verme
viéndote reír.

Es un amor real,
con todos tus detalles,
que son de ti.
Y ya es muy tarde ya,
para que no haga daño
dentro de mí.
Pues siempre estoy, en ti.

Y aunque parezca extraño y pronto, en ti;
aunque parezca a veces tonto, en ti.
Y casi ayer te conocí. En ti.
Pese a la noche y pese al día, en ti;
pese a mi indiferencia fría en ti.
Y casi ayer te conocí. En ti.

(Silvio Rodriguez)

Una amada cancion que hoy cobra vida en mis entrañas. pero, no es para quien la provoca. si tan solo supiera descifrarles esta cancion para que comrpendieran como la siento. Ojala tu, Azriely, la comprendas.

jueves, 6 de octubre de 2011

Polvo antiquisimo...


Hoy me encontré a un vagabundo en la estación de un ferrocarril que ya no existe, y por poco parecía uno más de los desdichados que tienen por cobija las estrellas, pero este no mendingaba por una moneda. Parece irónico, pero no. Este vagabundo tenia comida agua y lo que parecía un cigarro a la mitad de fumado. Incluso tenía bastantes cobijas que si bien estaban sucias no se notaban raídas o rasgadas. Su mirada era vaga, perdida, como quien ve algo más allá de este plano.
Atravesándome con su un par de ojos color verde oceánico, soltó una risa poco nerviosa y si muy sincera. No le di importancia, yo seguí en mi labor que a esa hora era casi corriendo. Después de desayunar miles de números y letras lo único que buscaba era terminar para poder comer algo no tan etéreo. Pero a dos pasos de él, detrás escuche su voz, limpia, sin enfermedad ni arrugas. Era una voz joven, fuerte, incluso retadora...
Las palabras que me soltó no puedo recordarlas, pero si se lo que sentí, y lo que en mi mente se dibujo de humo multicolor. Cuando el hombre sucio hablo mi mente trabajo más rápido, entonces la vi a ella, a mi amada que me abandono, pero la vi como hace años, es decir cerca de mí, con ojos sinceros que nada ocultan ni temen. Sin lágrimas ni excusas. Recordé por un instante el momento en que de tus palabras salió la frase: “siempre estaremos juntos”
Un rayo de luz de sol que me dio directo a los ojos me devolvió a este plano. Cuando la imagen en mi mente se esfumo, y la voz de ella aun haciendo eco en mi recuerdo, voltee a ver al monstro que había sido capaz de saber algo tan íntimo de mí. Pero aquel despreciable ser sonreía debajo de la mugre que adornaba sus mejillas que adivine rosadas como la piel de bebe.
No se qué paso, no sé cuánto tiempo mi verde opaco se clavo en el suyo de perla marina, solo sé que hubo algo que me detuvo, que me afianzo al piso de madera vieja que mis botas de trabajo pisaban, se que algo me unió a ese ser, como si algo de mi estuviera impregnado en el, o viceversa.
Entonces el hijo del polvo volvió a hablar, su voz era ruda, rígida, pero no era agresiva sino de un mismo nivel de tono cada palabra que soltó
-no dejas de pensar en ella verdad?
No supe que responder. Podría haber dicho sí, pero el sabia la respuesta afirmativa, él sabía lo que dentro me pesaba la mente.
Tome asiento al lado de él. El miedo me poseía pero una voluntad aun más fuerte me hizo sentarme ahí, a su lado. Entonces él me acerco el resto del cigarro, lo encendí y espere. El silencio soplaba el polvo y aun riendo, el extraño comprendió mi confusión, así que comenzó a hablar así:
-No te asustes, no te conozco, no se tu nombre. Poco importa realmente. Lo que importa es, que no la sueltes desde dentro. Eso mantendrá tu cordura si aun la tienes, eso te rescatara siempre. No te conozco y sin embargo se lo que eres. Lo sé porque te veo, y me veo cuando yo encontré a mí… a ella.
Noté como su voz se quebró, como esa firmeza en su voz dio una nota baja cuando de su boca saldría la palabra que él sabe que solo pertenece a su amor real. El siguió hablándome.
-Perdóname, no estoy acostumbrado a hablar con alguien. Hace tanto tiempo que no salen de mi boca más de una o dos palabras. Mi nombre ya lo conoces, lo has oído mucho, pero no viene aquí a discusión. Solo quiero decirte que no estás solo, que el camino que has recorrido lo han emprendido también muchos otros, incluso antes que tuvieras conciencia. Más de uno hemos decidido cortarnos las alas, por así decirlo. Muchos hemos hallado simplemente lo que era nuestro y nos fue arrebatado. Y casi todos hemos hecho la elección consientes de esto, de que no hay vuelta atrás.
-Pero que elecci…
-Shhhhh, se que tienes dudas –me respondió- pero no debes presionarte de más. Te lo digo por experiencia. Todo sucederá como debe ser. Si ella volverá lo hará en su tiempo y forma. Y si no es así, tú te darás cuenta cuando debas darte cuenta. Tranquilo, se que estas sufriendo, que nada de lo que diga nadie te hará desistir, yo mejor que nadie lo sé. Así que no te presiones. Sabes que nada te arrancara lo que ella sembró dentro de tu corazón. Ni su adiós lo hará. Tranquilo. Debes relajarte no debes perder el control de tus emociones y decisiones.
Esta ocasión no quise interrumpirlo con una pregunta estúpida. Sus palabras eran frescas, como el metal en la sombra de un octubre cualquiera. Es difícil decir incluso que con solo escucharlo, el dolor de mi pecho dejo de arder, y si bien no cesó, al menos me dio una tregua después de más de medio año…
Medite más de dos veces las palabras que diría, porque el silencio que él había forjado lo hacía para que yo expresara algo. Lo pienso una vez más y me aventuro con palabras quedas, meditadas:
-pero yo la quiero aquí ahora, no después, no en su momento, ahora…
-si la necesitas tanto, entonces no tienes por qué preocuparte ya. Tu vida por fin tiene sentido. Y no con esto digo que ya esté resuelta, solo quiero hacerte ver que, los hombres como tú y como yo somos destinados para sufrir esto, y solo nosotros podemos soportar tales dolores. Si bien tu destino no ha sido elegido aun por nada ni nadie, los pasos que has dado forjan un camino que por delante se ve parecido al mío. Se nota en tu andar sabes? Se nota como la llevas en los hombros, y en la mirada, y en la mente. Como puedes ver tantos números y concentrarte en tu trabajo con su voz nublando todo lo que a tu cabeza entra?
-ella me lo pidió, me dijo que hiciera algo por y para mí.
-en serio? Estas son sus pablaras? Así te lo formulo?
-…si creo que si así lo dijo.
-No tomes tan literal sus palabras. Debes entender que ella está pasando por un momento crucial, donde cada palabra, cada acción cada decisión cuentan muchísimo. Por lo tanto lo que ella dice solo lo dice pensando en sí, no en ti. No intentes forzar nada. Déjala, dale lo que pide, al final terminaras haciéndolo, así que mejor hazlo por las buenas, hazlo consciente de que sus palabras ella las respetara tarde o temprano.
Había tanta sabiduría como dolor en sus palabras. Se notaba claramente que sabía lo que decía, se notaba que él no lo había hecho por supuesto, no había seguido los consejos que me daba, por eso me exigía acatar sus consejos. Se veía como había sufrido por no tener a alguien que le dijera esto. El cigarro se había consumido hace tiempo, el sol caía lento por los tejados de asbesto rotos a pedradas. Una banca fuera de su lugar hacia de ropero para el vagabundo, debajo había dos bolsas negras, una de las bolsas negras, perfectamente cuadrada, como guardando una caja de zapatos. La otra doblada por la mitad. Después supe lo que dentro había, y creo que por un instante habría preferido no saberlo. Me recordó el nudo de metal que perdí, el día que ingrese a cfe.
Un silencio prolongado fue interrumpido por su voz, que ya había recuperado su firmeza
-Debes afrontar todo. Debes dejar de engañarte si quieres conservar aun algo para que ella vuelva. Debes cultivarte, seguir donde te perdiste. Si, así es, debes hallar el punto en el que te perdiste de ella, y no ella de ti. Ella por eso no vuelve, porque descubrió donde y como se perdió. Y tú que has hecho que no sea llorar y maldecir al que osa robar sus besos. No los roba, jamás lo hará. Los besos de ellos son diferentes, no sé si mejores o peores, pero eso no importa, lo que importa es lo mucho que valen para ti y para ella los besos que se daban. Déjala, dale espacio, que comprenda lento pero definitivo quien eres tú, déjala que despacio descubra que solo te está buscando en todos los demás. Y lo hará, la verdad la inundara tarde o temprano. Y tampoco importa cuando. Tú bien sabes que mueres por un segundo a su lado, que importa si ese segundo es el último de sus vidas, al fin y al cabo, estarán juntos de nuevo.
-y como lo sabes? –Pregunte-
-porque yo sé que mi amada volverá a mí…
El silencio una vez más hizo su aparición, para esta hora buscar una excusa para irme era no solo inútil sino inservible. Lo que el sucio me decía mi mente lo plasmaba al carbón sobre cada neurona aun funcional. Pero el entendió bien lo que sucedía. Así que volvió a hablar
-se que tienes que marcharte, que no puedes dejar que nuestro encuentro interrumpa tu record que llevas en tu trabajo. Sigue así, un buen día tu perseverancia alimentara a los hijos que con ella engendres. No mires más atrás. No te humilles ni desaparezcas. Ella te buscara como te hará a un lado cuando su le plazca. Si has soportado todo, es por tu gusto y tu decisión. No te quejes, mejor disfruta tu dolor. Disfruta todo sin cuestionar. Solo se tu mismo. Sigue gastando tu dinero en libros y música hasta que quedes en la ruina, entonces te liberaras de las mascaras de la sociedad y vivirás un poco más libre. Claro que eso sucedió conmigo, y tu puedes elegir si seguir como vas y seguir viviendo así, solo jamás olvides encontrar tu error y remediarlo, todo tiene remedio, aun no muere ni uno de los dos. También debes dejar de buscar con interés a otras mujeres si bien sabes que no son ella. Si la vida así lo cree conveniente, un día te arrimara a una dama que te calentara un poco el alma permitiéndote soportar tus heridas, pero solo llegara a ti esa mujer para que puedas llegara tu destino final, para que puedas seguir en tu búsqueda de ella. Como el beduino que haya un oasis en el desierto y no se queda ahí por muy reconfortante que llegue a ser, porque sabe que detrás de las pirámides lo está esperando su verdadera meta. Limpia tu alma y prepara tu traje blanco si así lo elegiste porque el día que sueñas llegara si así lo quieres en verdad.
Entonces sucedió, mi boca hablo por si misma
-es lo que guardas verdad? un traje para tu boda. Es lo que hay en las bolsas negras de ahí…?
-es inevitable no soñar, todos soñamos. Ella sueña contigo de igual forma que tu lo haces con su recuerdo. Todos decidimos cuanto esperar y porque. Si tú tienes tus motivos, son para ti, y ni a ella convencerán esos motivos, mejor convéncela que será igual de feliz como tú lo eres. Y más aun, haz que sea realidad que ambos serán felices…
Cuando dejo de hablar no me di cuenta. Mi mente ya viajaba muy lejos. Lamentablemente, mi espectro físico aun estaba ahí, en esa sucia estación de tren. Había pasado tantas veces por ese lugar y había visto hace tiempo al vagabundo, y yo sin saber que él era uno como yo, un amante que hallo su verdad en una mujer que no está con él. Y sin embargo el era más sabio y un poco más libre que yo. No pude sentir lástima por ese ser que no me veía, mientras rebuscaba en sus rasgados bolsillos otro cigarro que acompañara los últimos rayos de sol. La lástima que sentía era por mí, por haber sido tan imprudente con mi amada, por no haber escuchado mi sabiduría, pues si bien ya sabía mucho de esto que el vagabundo me dijo, jamás lo puse en práctica.
El me interrumpió en mi viaje mental, sabía que me estaba yendo porque involuntariamente me puse de pie, no hice nada por sacudirme el polvo, pero si volteaba a los lados como esperando el tren, que irónico. Yo ni cuenta me di que ya estaba de pie viendo a las vías…
-es inútil, llevo muchísimo tiempo aquí, y ese tren jamás trajo como por arte de magia lo que uno desea. Debes ganártelo, día a día. Debes forjarlo con lagrimas sudor y sangre, pero de la manera correcta. Tú sabes cómo. Escúchate, vuelve a escucharte, no te odies, su partida estaba anunciada y fue inevitable. No la cuestiones más. Agradece que fue ella quien se fue, y no tu, pues bien sabes que tu puedes soportar lo que ella no habría soportado si los papeles se invirtieran. Aprovecha la visión que tienes, debes ser más objetivo y menos masoquista. La vida es así, nos da lo necesario solo debemos saberlo administrar. La vida es justa.
Esta última frase me hizo reaccionar, me devolvió a la realidad, me hirió porque siempre sentí que no merecía haberla perdido. Así que, lo hice, busque ofenderle al mugroso, que pretendía, no lo sé. O quizás sí.
-si la vida fuera justa, una persona con tu sabiduría no debía haber perdido al amor de su vida…
No dijo nada, había hallado el cigarro y ahora ardía al ritmo de sus pulmones. Entonces sus ojos brillosisimos volvieron a verme, atisbe una mata de pelo cobrizo casi dorado bajo tanta mugre, pero su mirada me hipnotizaba, y su voz dijo las palabras más ridículas que jamás pude esperar:
-Debes creer más en ti raziel, hijo de los serafán.
-Creer en mí? Porque dice eso? Le respondí espantadísimo. Quien, o que era ese ser? Supe entonces que nuestro encuentro no era casualidad.
-debes escuchar mas lo que tú dices. Cargas mucha información y sabiduría en tu interior, escúchate más.
La vida es justa porque siempre tuviste razón, si yo y mi amada hubiéramos leído un cuento de nuestra historia, que nos hablara de lo que nos podría suceder y si hubiéramos sabido que había siempre un rayo de esperanza si aun no muere uno de los dos, la historia que te contaron sería muy diferente…
-pero.. –fue lo único que me salió de la boca..
-Si Raziel, yo soy de apellido Montesco, y ella, la que yo decidí elegir como única es la Julieta que has leído tanto. Solo que el final no fue como lo conoces. Ella partió con paris temiendo no sentirse amada, si, así como tu compañera. Llevo muchísimos años vagando porque hoy en día no hay lugar para una mente como la mía, y los vagabundo somos más…independientes.
>> No sé si ha fallecido, porque hace mucho que no encuentro un solo rastro de su paso por el mundo que no sea esa novela melosa que todos conocieron en clases de literatura. Y si quieres saber, he decidió creer que no está muerta, que un día llegara a mí, así como tú hoy te acercaste a mí, sin pensarlo. Solo y simplemente, involuntariamente. Realmente no creo que este muerta, por el simple hecho de que yo estoy vivo. La vida es justa, he hallado mi error, y sé que ella halló el suyo, ahora solo resta esperar, aunque sea el último segundo antes de morir para poder verla. No tengo ya que temer. La amo, como tú amas a la tuya, es decir que tú y yo hallamos nuestra mitad de corazón, nuestra alma gemela. No tenemos por qué temer. Solo vive, se libre que yo te aseguro que en tu libertad ella volverá. No hagas nada que no quieres que te hagan y no olvides hallar en que fallaste tu, porque es lo que a ti te corresponde. Déjala a ella que si un día la vida los unió, esa unión jamás caducara…
-te volveré a hallar aquí? Pregunte intentando no despedirme, no lo quería, no lo buscaba así.
-sabes que jamás volveremos a vernos, pero que nuestro encuentro no fue casual. Las personas como tú y como yo vagamos por el mismo mundo, aunque sea en el de los demás. No temas, jamás te olvidare, y te recordare como el que no sabe claudicar. Vive libre hombre enamorado.
Lo que sucedió después no puedo contarlo. Solo basta con decir que mi vida jamás será la misma desde hoy. Sé que algún día volverá porque así lo quiero. Así lo he decidido. Así lo siento.
<<Los encuentros casuales no existen, yo me acerque a Romeo, como él a mí, como tú a aquella persona que amas con verdad, como yo la amo a ella, a la única, la de ojos perpetuos…>>
Hoy vuelo de regreso a mi nosgoth, sabiendo que quiero de esta mi historia de amor…
Raziel Pentangelí.