jueves, 28 de julio de 2011

Cociendo palomas rojas.



Cociendo palomas rojas.

Encontré los versos exactos que te hablaban de mi dolor. Pero los deje ir, porque me lastimaron entre los dedos.
Pugnaban por ser libres sin herir a nadie, y yo los quise detener un segundo más. Y ve, ahora solo me quedan finos hilos de sangre por entre las grietas de estas tus manos, gastadas y hartas de manchar de rojo los papeles que te pertenecen.
Y ahora nada detiene estas palabras rojas, que se hilan y unen cada una a la anterior, intentando herir tu paz interna, y rasgarte la armadura en la que escondes tu secreto corazón.
Y no importa cuánto tarde en sanar mis heridas si al menos logro dejar una en ti también, que logre incomodar ese letargo que tu llamas paz.

Porque jamás busqué que estas palomas fueran rojas, y menos lanzas contra ti, pero no soporto mas estas disimulando que no te amo.
Porque te amo. Te amo con locura febril. Con esa locura que un buen día nos unió. La misma que fue alimento de este gusano que hoy me carcome por dentro la frente.

Pero no estoy ahora hablando de lo que dentro llevo, sino de lo que logro salir de mí, te hablo de esta roja pasión que aun siento por ti, la misma que me corre en las venas y rige mis miembros, y tensa algunos otros. Esta sangre que hoy forma pequeñas aves que espero vuelen hasta ti, y manchen tu blanco, y no se borre tan fácil.

Así que, sin más, libero estas aves de la prisión de mis dedos con destino tu paz, tu libertad…

Aun Te Amo!

(Raziel)



miércoles, 27 de julio de 2011

Un casco no me quitara las alas de la mente.

Jefe de los sueños, espía nocturno, el de multiforme ingenio, guardián de las puertas, mensajero de los que viajan y cruzan hacia el otro lado, de astutos pensamientos, heraldo de los dioses, enséñame la hermenéutica tan elemental para descifrar mis sueños.
Hoy te pido tu pétaso prestado para poder volar y viajar por sobre todo este infierno, te pido tu mano me guie en un viaje seguro hasta donde deba llegar. Hace un sacrificio antes de partir en tu honor, esperando me permitas cumplir mis mas efímeros sueños.
Sé que podre vencer a Argos, que podre cegar sus cien ojos si tu caduceo me conduce.
Buscare con calma y serenidad a mi homónima, Atenea, para juntos ser dioses de la elocuencia. Y todo funcionara.
Mantendré un itifalo el tiempo que sea necesario hasta hallar a la dueña de este acto.
Hasta entonces te devolveré las alas, Hermes.

Con agradecimiento: Raziel

sábado, 23 de julio de 2011

Manual del novio del escultismo. (Fragmento)

4° Mandamiento del manual del novio del escultismo:
El uniforme le confiere el poder de humillarte siempre que lo quiera.

9°Mandamiento del manual del novio del escultismo:
en amanate amará a la uniformada, aunque sea una PUTA

Vuleve, o déjame volver...


A veces antes de dormir te recuerdo, con tu recién estrenada y fresca sonrisa, y recuerdo también cuando nos divertíamos. Trato de volver a dormir, de esconderme en sueños suaves donde me refugie de tu ausencia. No soy feliz ahora. La almohada siempre me pregunta cuando volveré a llevar el aroma que las cubrió hace tiempo. Ese de tu cabello, el de la primavera y las flores. No puedo ser nadie sin tu alegría rodeándome la cintura, ni puedo dormir o despertar sin tu presencia translucida. Deberíamos divertirnos cómo demonios en el infierno, o ángeles en el edén, hasta llorar de risa. Pero no sigamos más tiempo distante. Que esta noche fría no ofrece tregua, ni la cama alivio ni el descanso paz. Solo en ti están estos pequeños destellos de belleza que hacen sentirme vivo día a día. Vuelve, o déjame volver al círculo de las mariposas, déjame desenterrar los vestigios de una promesa eterna, y con ellos, devolverte la razón y la vista, para que logres volver a tu sendero de luz y paz. Para que tu alma vuelva a estar completa con la mía, y déjame sentirme pleno entre un beso frio. Frio como aquella mañana donde nos perdimos bajo gotas de rocío, aferrados a un sueño, a una esperanza, aun anhelo, a una sed de libertad.
Déjame volver a tus manos, y a tu sonrisa. Déjame volver a tus labios y tus abrazos, arráncale al tiempo la cuenta y solo déjate llevar por lo que tu corazón dicte, cuando lo pida como una necesidad básica. Déjame volver al cielo, al templo de amor y pasión. Déjame volver a mi casa. Déjame rosarte el alma con besos suaves y frágiles, como si fueran mariposas rozándote la piel. Déjame despertarte con un beso bajo la luz de cameloth. Déjame despertar eufórico a media madrugada y colmarte de caricias tiernas para que sigas durmiendo. Déjame volver a ti, pero más aun, déjame volver a ser yo mi mismo, entre tus caderas. Déjame volver a recuperar un par de alas de concupiscencia de entre tu intimidad, y volar alto, tan alto como tú, y sentir la libertad de ser yo mismo, y poder estar con alguien libre, amándonos realmente.
Pero, por sobre todas las cosas, déjame volver a tus ojos.
Permite que me vea en esos pequeños espejos tan amables pero sinceros. Déjame ver tus dulces pestañas amontonadas como de telaraña o terciopelo. Déjame recordar que es la alegría viendo tu bella mirada. Es que amo tanto tus ojos…
Déjame volver a ellos, a ti, a tu todo. Déjame que tu nombre vuelva a mi boca y el mío a tus dulces labios de ágata, fríos pero firmes.
Vuelve; o si tú alma esta tan cansada, déjame volver. Déjame ser yo quien de los pasos necesarios, el primer abrazo, el primer beso. Déjame volver a ser pentangelí, y tu se también.
Déjame volver, aun te amo. O vuelve, tu aun me amas…

(Raziel)

martes, 12 de julio de 2011

El desertor del batallón de los nacidos para perder...

Debo salir del útero que me mantuvo caliente y a salvo durante tanto tiempo, debo reventar la burbuja de jabón, sacar a mi corazón de esa escafandra, mis alas deben salir del capullo, y mi boca debe soltar la teta de la loba, me he alimentado lo suficiente.
Lo suficiente para hoy partir y dejar la casa y el árbol. Aunque no quiera
Para partir hacia el Dulce abismo, para reconocer que no soy de los Nacidos para perder cuando le contesté al hombre del traje gris: no eres mi tipo.
No me entiendes? No me crees? Me voy pequeña ingenua, me largo a vivir de mi mente y mis manos, me voy a donde te jure que me iría sin ti, porque este viaje es solo mío, solo yo voy allá, adonde se huye sin equipaje ni ganas de volver. Atrás de las montañas. Tomo un puente y le pongo alas para irme lejos. Me subo al tren de las despedidas, me voy al sur. Me voy, me largo mas muerto que vivo pero capaz de andar lejos de tu veneno lacerante. Taxi a la estación, boleto solo de ida, vuelo chárter a mi medida, ganas de no ver atrás por no volverme de sal, escuchar el llamado del mar, dejar todo y no llevarme nada como la voz no se lleva la lengua, volar lejos como el águila que vuela alto y de frente al sol sin llevar su nido…
Me voy amada mía, buscando la promesa de una coleta, soñando el mayor imposible, no dejando ser una gota mas en el infinito. Te amare y en secreto te llevaré. Serás mi abrigo cuando lo necesite, comida cuando mi estomago no halle misericordia, serás medicina cuando el dinero no alcance a curar una migraña, una alergia, una ulcera…
Adiós pequeña, tu caminante se va con sus propios pies, y sus propias alas pesadas y empapadas de lluvia. Adiós, hasta la próxima esquina, el próximo gesto de misericordia, hasta la siguiente tormenta cielo mío. Adiós….
"Prima del alma desnudame del traje gris de la multitud, devuelveme al camino del súr, al pais de la niñez donde uno y uno sumaban tres..."

Raziel, comenzando a andar en miercoles 13 de julio.

domingo, 10 de julio de 2011

Con una milonga alcanza.

Lo hicimos una vez, con Jesús, y no nos bastó para aprender la lección. Lo volvimos a hacer con El Che, y tampoco supimos no volver a equivocarnos, porque ocurrió de nuevo, con el ángel de la bicicleta, y lo hicimos con Regina, y lo hicimos con Tesla, y con Gandhi, y Luther King, y Malcom X, y matamos también a Salvador Allende, y a Víctor Jara y a José Martí, y Osho…
Y mi lista podría seguir y seguir, porque es inmensa la estupidez humana, es casi increíble cómo es que somos como un virus que se esparce sin control, y en este frenesí arrasamos con la vida de personas que solo quisieron ayudarnos.
 Nuestro canibalismo ha llegado a un nivel extremo, donde hoy se pudo asesinar a aquel señor que nos lego tanto y tan francamente que sus palabras, ahora que ha muerto solo tomaron más impacto, pero nada justifica habernos privado de sus enseñanzas más bellas antes que una muerte natural lo reuniera con el creador. Pero no… Teníamos que matarlo a él también, al vagabundo First Class, al apóstol de las no religiones.
Porque si hay alguien que lamente esto, más que cada uno de nosotros es Jesucristo. Porque jamás tuvo mejor embajador en la tierra estos últimos días de cambio en los albores del fin de una era. El represento, y nos mostro el mismísimo amor en cada una de las cosas. Fue capaz de reunir a tanta gente hermosa, y tantos lugares bellísimos en su milonga. Es decir, tuvo la amabilidad de reinterpretar las palabras de Jesús para que nosotros las entendiéramos mejor, nosotros, los ignorantes, los asesinos de la paz…
Pero no me despido de ti aquí ni ahora, amado Facundo, no. Es solo una humilde milonga que te hago yo, pidiéndote perdón por tus asesinos, y recordándome que el camino que tú me mostraste me llevara algún hasta donde quiera que ahora mismo habitas tu. Y porque no, a vivir como tú. Porque la milonga, más que un canto es una forma de vida. Y así quiero vivir yo.

Hasta entonces querido Mentor, Facundo Cabral.                                                   (Raziel)


“Cantando me he de morir, cantando me han de enterrar, y cantando me han de llevar al pie del eterno padre…”

“El día en que yo me muera no habrá que usar la balanza, pues pa´ velar a un cantor, con una milonga alcanza”

“Siempre se llega primero el que va mas descargado…”


(Facundo Cabral) 

viernes, 8 de julio de 2011

"La ultima procesion" o, °La hoguera de plumas°

Hoy iré allá, partire hacia la negrura del bosque, a la boca de lobo, al frio y al murmullo de duendes y hadas falsas. Llevare mi última procesión  de lágrimas y sollozos ahogados. Llevare mi alma al funeral de si misma, encaminare mis pasos hacia el sepulcro infernal que será capaz de atrapar esta maldita alma en su mármol sucio de hojas secas. Le daré a mis ojos una última visión del hogar tuyo, y a mi esencia un buen funeral. Porque moriré en los parajes que tanto ama tu alma rebelde y exploradora. Seré cruel con tu religión y envenenare mi mente con bellos paisajes recién llovidos hasta morir de tanto dolor y a tu ausencia le pondré un punto final, le daré mas distancia a tu adiós. Acentuare tu no hasta que suene frio y lacerante en la piel. Escribiré, con letras lunares una corta letanía para mí mismo, donde te explique cuanto es que te ame, y como es que ese amor que aun te profeso hace que muera sin duda alguna. Y tu ni siquiera sabes que es la escritura lunar, o como leerla acaso.
Y es que se que no me entiendes que te estoy queriendo decir, así que aquí voy nuevamente:
Cavare un hoyo en la tierra, tan hondo como sea posible y enterrare ahí un cuerpo marchito, y harto de cargar plumas en sus alas. Matare lo vivo en mi y nacerá lo muerto, una vez más. Lo negro abrazara mi alma y devorara cada sueño de esperanza hasta convertirlo en pesadillas y por fin despertare de ese letargo que tomé por voluntad hace años.
Si mujer, así es, Raziel va al bosque de Nosght en busca de un par de colmillos que dejo enterrados a los pies de un viejo tronco, y arrancara de sus alas las plumas hasta que brille el negro cuero de murciélago. Devorara su propio corazón y lo ocultara donde ni tú puedas hallarlo. Porque hay mil cosas que no sabes de mi, y tu creías que sabias todo acerca de esta historia.
Las nubes llorarán un inmisericorde acido que elimine de mi cada milímetro de piel, y hará surgir de debajo los tatuajes de aquel animago para poder volver a camuflarse en la noche, para poder caminar entre los que desafiaron la luz.
Tomaré la quijada de Caín y con ella me arrancare el motivo que me mantuvo vivo hasta el día de hoy. Traicionare la parte de mi mente que me decía que un día volverías y en su lugar dejare un nuevo anhelo, una nueva búsqueda incansable de aquel ser que comparta mi signo. Fijare una nueva meta en mis razones y mi único motor será ser cada vez mas Raziel, y menos tuyo.
Y sé que lo lograre. Porque no puedo seguir un instante más así, invirtiendo en quimeras y hartándome de derribar mis propios palacios de arena. Aprenderás que ser un Fénix es ser capaz de serlo y no solo creer que algún día se podia ser.
Y bien, advertida ya, cierra pues los ojos y no permitas que las brazas donde ahora incinero plumas y anhelos te lastimen la vista, pues deberás apreciar con esos mismos ojos como se resurge desde el fondo del abismo más negro, más cruel y más Serafán que nunca. Como se puede volver a encaminar una idea cuando la voluntad de este Nosferattí es de hierro puro y duro. Tan férreo, firme e incuestionable como la muerte.
Kanya, estas viendo con atención?    Avada Kedavra!!

jueves, 7 de julio de 2011

Gora San Fermín!!

Las doce en punto marcan el reloj de la torre. Un redoble de tambor acelera el pulso de los miles que aquí nos reunimos. Un Ole tras otro se escuchan por doquier, el rojo satura la vista y agudiza los sentidos. Calor, sed. La adrenalina sabe salada bajo el paladar, y a nervioso sudor en las manos y la espalda. El tiraje de periódico de este día es incalculable…
Ha reventado el chupinazo!
Una estruendosa jauría revienta en la plaza. Los miles son un solo cuerpo danzando al frenesí de la comunitaria alegría de pisar esta tierra tan vasta y llena de arte y cultura para todos aquellos que nacimos con esa sed de saber más.
Y me atrevo a escribir, a pesar de que el viejo Ernesto, el aventurero,  me ha ganado la partida con su “Fiesta”  Me atrevo a hablarles de aquella tierra tan amada por mis entrañas porque, compañeros míos, esa tierra es mi tierra, esas fiestas son mis orígenes porque mi alma nació allá, donde castillos surrealistas y plazas de piedra alimentan el corazón.
Que alguien me lleve allá, y encierre mi vida en los corrales de Santo Domingo, y la despierte con la banda del pueblo al filo del alba, y la libere para una carrera loca, junto con esas bestias a las 8 de la mañana en punto.
Y rezare en los minutos adecuados por mi alma, y de mi boca saldrá aquella plegaria que ha de llevarme con bien hasta la plaza de toros.
Entzun, arren, San Fermin zu zaitugu patroi, zuzendu gure oinak entzierro hontan otoi. Viva San Fermín! Viva! Gora San Fermin! Gora!”
Y jamás lastimare al toro con el que comparto sangre y carácter, porque él no es inferior a nosotros, sino nosotros a él, debido a su majestuosidad.
Y si tú que hoy lees esto, te parece simple y sin sentido, te pido que no continúes mas leyendo, pues son hallaras nada que no sea sangre de un pamplonés; pero si, al igual que yo, sientes fervor por una fiesta que se celebra tan lejos, y a la vez tan cerca del corazón, te pido, hermano mío, que vistas conmigo de blanco, que agites tu pañuelo y tu periódico, y corras como loco con toda la fuerza y adrenalina que da el amor por este país.
Y cuando sientas que el corazón no da para más, que está harto e hinchado de tanta felicidad, te pido que cantes conmigo: “Pobre de mí…”
“Pobre de mí/pobre de mí/que se han acabado/las fiestas de San Fermín".

Con amor desde lejos, tu hijo mas ferviente, Raziel

martes, 5 de julio de 2011

Una Edda en el viento...

Existen encuentros casuales, que resultan no ser tan accidentales después de descubrir que hay cosas que están destinadas a suceder. Y  no es fácil desenmarañar el hilo de la vida, ni sencillo seguir los andares de la vida y el destino. Y es que parece que, para alguien, si tienen sentido cada una de las acciones, cada camino cruzado, cada casualidad, cada coincidencia. Para alguien esto que es incomprensible para un simple mortal como yo, es el pan de cada día para él. Será un ser supremo? O solo un niño jugando con una lupa en un hormiguero? O acaso somos como dos hojas otoñales que se encuentran por un instante en el aire, para despues irse tan lejos como si jamas hubiera existido ese encuentro? No lo sé. Porque tampoco comprendo cómo tu camino, que se separo de mí hace ya más de 15 años, hoy se vuelve a cruzar en mi camino, casi como por “casualidad”…
 Y es que aun te recuerdo, aun recuerdo tu cabello de hilos finísimos pintados de ocre. Tu voz, que era la más suave de todas. Tus calificaciones que siempre fueron las más altas, los lentes que escondían los ojos que hoy veo brillantes y tan intrigantes. Tu piel de canela, y con lo mucho que a mí me gusta ese olor de canela. Y una sonrisa de hierro forjada por suaves elfos, tan indestructible y sincera.
Apenas hace poco te encontré. Pero esta vez tu llegada fue diferente. Esta vez eres ya el resultado de aquella niña que conoció aquel niño. Han graduado en papel tu esfuerzo diario. Esta vez tu sonrisa brilla más mítica, y tus ojos gritan sin espejos que los escondan. Y es que me sabes a curiosidad, me hueles a algo muy bueno por venir. Me dejas en el alma un poco de tu alegría y veo tu vida más que interesante, y siento una dama magnifica por conocer, a pesar de que ya la conocía hace tantísimo…
Alguien ha cruzado nuestros caminos, y con un poco de nuestra ayuda, torceremos el destino hasta fraguar algo para recordar toda la vida, porque los amigos que son sinceros son eternos, y son algo más. O pueden ser algo más…
Algo nos espera allá, para los dos. Y solo aquel ser que ha cruzado estos caminos sabe que sucederá, que abra entre tú y yo. Pero dejémosle a él el futuro, y tu y yo disfrutemos de este reencuentro que hoy resulta casualidad, y quien sabe, quizás podamos hacer que no sea tan accidental el volvernos a hallar. Bienvenida a mi nueva vida.
((Raziel))

sábado, 2 de julio de 2011

Llovizna (Fernando Delgadillo)

A veces piensas que le olvidas y te animas
Algunas otras no lo puedes resistir
Lo cierto es que el dolor te rodeó en sus espinas
Y tú tan sólo no volviste a sonreír

Recordarás otras estrellas, otros cielos
Hasta otras noches más gratas recordarás
Y entre el constante ir y venir de los recuerdos
Te va empujando la marea por donde vas

A dónde irás para escaparte de ti misma
Qué blanca arena sanará tu corazón
Yo sólo sé de oscuridades, de lloviznas
Luego después de todo siempre brilla el sol

Así es amar, querida mía, sin esperanza
Por eso el alma sólo se entrega una vez
Después la vida nos traiciona la confianza
Y uno no vuelve a ser aquello que un día fue

Y fluya el dulce melodioso de tu llanto
Suspiro y viento que agitan al corazón
Porque llorando se remiendan los quebrantos
Y la sal cura las heridas que ha sufrido la ilusión

Por eso el mar es el refugio de los tristes
Por eso el cielo azul no cabe en mi canción
Esta canción que sólo quiere ser llovizna
Que se derrame venturosa, refrescando tu dolor

Para ti, con todo mi dolor, azriely.